Matias Damiani - Facilitador de medicina ancestral, constelaciones familiares, tarot. Coordinador de Espacio Tatewari
¿QUIEN SOY? ¿DESDE QUE LUGAR ACOMPAÑO?
Soy Matías Damiani, hace 20 años que comenzó mi proceso de auto-curación, atravesando etapas de mucha sombra para luego encontrarme con mi propia esencia. Durante los primeros años de este camino anduve sin rumbo, me dedicaba a labores que no me colmaban, mis relaciones eran un desastre, sentía mucho vacío y oscuridad. Así apareció el budismo en mi vida, filosofía que estudio y practico. Comencé mi formación en el masaje californiano con el cual aprendí el arte de la presencia plena, la escucha silenciosa y que todas nuestras memorias (físicas, mentales, emocionales y energéticas) están alojadas en nuestro cuerpo. Luego llegaron a mi camino los saberes ancestrales (medicinas de la tierra) con las cuales atravesé los más duros y a la vez hermosos procesos de muerte y renacimiento de mi propio ser. Finalmente, todo este camino se integra con mis formaciones en Constelaciones Familiares y el estudio del Tarot Evolutivo/Terapéutico. Los primeros 12 años fueron de vivir mi propio proceso profundo a la vez que me formaba en cada herramienta. Los siguientes 8 años fueron de facilitar procesos con medicina ancestral y estos últimos 3 años se trataron de integrar mis últimas formaciones a todo este camino como facilitador. Desde este lugar es que me dedico a acompañar procesos personales de transformación, es decir que en una sesión por ejemplo de Constelaciones Familiares no solo está en juego esa técnica, sino que confluyen todos los conocimientos a la vez y así con cada herramienta, eso es lo que me permite como facilitador acompañarte desde una percepción muy amplia y precisa para que decidamos juntos cual es el mejor paso que podemos dar en cada momento. Hoy veo un escenario complejo en el mundo holístico y espiritual, la era tecno-robótica de inmediatez nos confunde y nos hace creer que un proceso de sanación puede ocurrir en un tiempo breve y eso no es así.
Allí donde hay dolor, angustia, soledad, trauma, tristeza y oscuridad es necesario un tiempo real, una presencia plena que sostenga, un verdadero habitar el proceso sin tener que cumplir con tiempos, trofeos o metas a las cuales llegar. Un árbol con frutos primero tuvo que ser semilla plantada en la oscuridad debajo de la tierra, luego tuvo que romper de a poco para germinar y extender sus primeras raíces y sus primeros brotes hacia arriba para recibir al sol, y luego tuvo que esperar con paciencia su crecimiento atravesando ciclos de despojo de sus hojas viejas para que nazcan luego nuevas varias veces hasta ser ese árbol con raíces firmes y frutos disponibles en lo alto. Nuestro proceso de transformación y auto-curación es igual al de ese árbol. El verdadero tiempo es un tiempo lento y cíclico, en el cual cada ciclo que atravesamos nos permite crecer y transformarnos en cada vuelta de la espiral cíclica del misterio del espíritu.
¡Desde este lugar y con esta conciencia te invito a acompañarte en tu proceso!
¡Toda persona es bienvenida a encender el fuego que todo lo transforma, el fuego del propio espíritu!
Matías Damiani